Nuestro último día de disfrutar (por que lo que nos queda son vuelos y más vuelos)de este país amanece. Aprovechamos que el desayuno está incluido en el precio, y nos ponemos hasta arriba de calorías para afrontar el día.Caen 2 tazones de leche con cereales con miel y una magdalena que sudaba calorías...Por cierto, que tuve que aguantar miradas del personal cuando metí un bollo que al final no nos habiamos comido en su bandeja.No lo tocamos ninguno y lo devolví con pinzas,pero por lo visto aquí lo normal es tirar la comina...anda y que les den.
Salimos hacia Mesa Verde,al llegar vemos que a la entrada hay una gasolinera, que nos venía genial, por que andábamos muy apurados de carburante.Paramos en ella,pero por lo visto es una estación racista que no acepta tarjetas de créditos europeas...Nos vemos obligados a volver a Cortez a repostar; por cierto, aquí, cuando quieres llenar el depósito, tienes que entrar primero al mostrador, y dejar en efectivo más dinero del que te va a costar el repostaje. Una vez llenado el depósito, vuelves y te dan la diferencia,que raritos...
Regresamos de nuevo a Mesa Verde:este fue el hogar de algunas familias pertenecientes a los indios Pueblo,y construyeron unas edificaciones impresionantes,tanto por su factura, como por su situación, al abrigo de las paredes rocosas del cañón que hay en esta zona. Para llegar hasta los restos arqueológicos hay que subir y bajar por escaleras de piedra,otras de madera no aptas para gente con vértigo,incluso hace falta reptar por un tunel, mandando la mochila por delante por que si no es imposible entrar;hace año y medio no habría entrado por ese agujero.
No os voy a dar la chapa con todo lo que nos contaron sobre estos indios,sólo decir que era un matriarcado en el que las mujeres eran propietarias de todo(casas,útiles de trabajo,tierras,etc...)mientras que los hombres ejercían una función defensora de la comunidad ante agresores externos. Nos dieron tambien algunos datos que no nos cuadran, como por ejemplo, que tenían caballos, algo imposible, por que esta cultura desapareció antes de la llegada de los europeos a América, y que fueron los introductores de los équidos(que fino y científico me ha quedado esto).
Y poco mas dio de sí el día,sólo muchas horas de coche para llegar a Albuquerque, con una gran tormenta amenazante cerca de nosotros.Pillamos hotel,curiosamente de la cadena Red Roof, la misma del hotel que pillamos el primer día de viaje,vamos cerrando círculos :-P.Baño en la piscina interior que tienen aquí, cena de chocolatina, galletitas de crema de cacahuete y 7Up,para que cambiar.
Y a dormir, que nos queda lo más duro, el eterno viaje de regreso...
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