Bueno, pues esta mañana nos levantamos puntualmente a las 6:30, y enfilamos Fillmore St. hasta llegar a Market St. para pillar el trolebus. De camino paramos en una tienda para que Patri saciara su voraz apetito mañanero, y nos atendió un caballero ataviado con la camiseta del Barsa :-(, ya le dije que no me gustaba un pelo su camiseta.
Pillamos el trolebus de camino a Fisherman Wharf para pillar el barco hacia Alcatraz (para los yanquis se pronuncia "Álcatraz", no se lo digas con el acentro en la segunda sílaba, que no se enteran de la misa la media... Después de que Patri y Ana se sacaran un cafe por la patilla, nos ponemos en la fila para subir al barco, no sin antes hacernos una foto que pretendían vendernos al módico precio de 22 $, lo llevan claro con los españoles...
Tras un breve viaje marítimo sin incidentes, a pesar de que Ana nos avisó de sus problemas cuando viaja a bordo de un barco, llegamos a la prisión de Alcatraz, a unas 2 millas de S.Francisco. Pillamos las audio-guias e iniciamos la visita, que se hace cada uno a su bola.Hay numerosas fotos de los presos, relatos de intentos de fugas (sólo hubo una que tuvo "relativo" éxito,cuando tres presos, excavaron con unas cucharas un tunel en la celda de uno de ellos que daba a un pasillo de servicio, de ahi salieron al exterior y al agua, no se sabe que fue de ellos, y hoy día son considerados todavía como "prófugos") y motines (uno de los cuales acabó con tres presos y un guarda muertos, y que supuso el fin de la prisión).
Barco de vuelta y marchamos andando hacia Chinatown; aunque en realidad para mi ese barrio se corresponde con todo San Francisco, hay más chinorris que de cualquier otro grupo étnico, es impresionante. Comimos como no en un asiático, los tres pedimos "Mongolian Beff". Al pedirlo el camarero nos dijo "Its hot and spicy", y nos decía la verdad...¡¡¡madre de dios!!! que manera de sufrir así, a lo tonto, podía encender una cerilla a 5 metros con mi aliento.
Después de entrar en todas y cada una de las tiendas del barrio para que Patri pudiera ver piedras y más piedras tomamos otro trolebus para bajarnos en Heigh St., patria de perroflautas fumetas (por lo visto se está a punto de aprobar el consumo de marihuana en la ciudad), un barrio muy variopinto por donde dar un agradable paseo, aunque es llamativo el hecho de que es muy normal encontrar a un gañan a lomos de su Porche, hablando por un telefono movil última generación, junto a un homeless durmiendo sobre cartones.
Llegamos así al Golden Gate Park, un parque enorme con sus camellos trapicheando a plena luz, zonas a las que solo puedes entrar si vas con un niño, no sea que vayas a raptar un niño para vender sus órganos a una mafia indonesa...Tras un laaaaaargo paseo llegamos al Tea Japanese Garden, un parque al que pasé de entrar, preferí quedarme descansando y dando un breve paseo por la zona.
Cuando salieron las señoritas dimos otro(y van...) paseo para pillar otro autobus que nos llevara al Golden Gate. Hacemos allí las fotos de rigor y vamos a coger de nuevo el autobus para volver a la pensión. Cuando subimos le pregunto al pavo que si ese bus lleva a una calle que le marco en el mapa, a lo que él me contesta con un sobrecogedor e inquietante "i cant see, say the street to me"...veamos...un conductor de autobus que me dice que no ve, es como un neurocirujano con parkinson. Por cierto, no se que problema tienen en esta ciudad para conducir sin dar tirones y frenazos, da igual que pilles un taxi que un autobus, o un trolebus, todos te van dando unos meneos muy interesantes.
Por fin llegamos a la pensión, descansamos un rato y nos vamos a cenar al mismo restaurante de anoche. Nos pedimos tres ensaladas, pero aqui, como todo es a lo grande, una ensalada no iba a ser menos. Cuando salimos del restaurante los platos parecía que ni habían sido tocados, sobre todo los de patri y ana, que comen como pajaritos (desde el cariño, que luego se me enfadan y dicen que las pongo verdes, eso lo dejo para un blog de acceso restringido que crearé mas tarde :-P).
Y por hoy ya es más que suficiente, mañana a las 8:30 tenemos que recoger el coche en la 10th St. (como molan aqui los nombres de las calles)e iniciar el camino hacia el parque natural de Yosemite donde dormiremos dos días para luego seguir hacia Las Vegas. Creo que hasta entonces no tendré acceso a wifi, asi que es probable que en unos cuantos días no tengais noticias mías, suerte que teneis :-P...Si pasados unos días sigo sin postear nada nuevo querrá decir que el cursillo anti pumas que nos darán ha sido un estrepitoso fracaso...
PD: Se me olvidó comentar una anécdota graciosa que nos ocurrió en Forks: fuimos a una gasolinera Shell a repostar por primera vez, pillamos la manguera y nada, que no hay tu tía, no funciona. Llega una chavala y Patri, toda ufana le pregunta "Excuse me, can i help me"... a la pobre chica el cerebro se le dió la vuelta y se quedó ojiplática perdida. Por suerte hablaba español y nos pudo dar la solución, que consiste en hacer caso a un dibujo mas simple que el mecanismo de un chupete (hay ocasiones en que parecemos Paco Martinez Soria recien llegado a Madrid con gallinas en los cestos...). Patri me prohibió contar esto, pero nadie puede limitar mi derecho a la expresión, y menos en este país :-D
Ni Marco Polo lo hubiera hecho mejor.
ResponderEliminarSaludos, Miguel.